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lunes, 6 de octubre de 2014

Duele dejar el control

Soy hombre y me asumo violento, no es orgullo, me avergüenza y me entristece el haber ejercido violencia en mi familia.

Parar el uso de la violencia o dejar de ejercerla, para mi ha representado dejar de lado los priviliegios que tengo por ser hombre, también he tenido que renunciar a los servicios que culturalmente se me dijo que tengo derecho. 

A varios años de haber iniciado mi proceso, lo que motiva a seguir trabajando en aprender a dejar la violencia es darle la oportunidad a mi hija menor a tener una vida diferente, libre de violencia en el hogar y buscar la reconciliación con mi hija mayor y tratar de enmendar los daños que provoqué.

No ha sido fácil, ha sido un proceso doloroso, pero debo aprender a vivir con los resultados de mis acciones, tratando siempre de cambiar para mejorar y no volver a ejercer violencia.

Actualmente en el Colectivo de Hombres Nuevos de la Laguna, he encontrado el apoyo y un espacio donde aprender a no impactar y responsabilizarme de mis actos, donde uno de los compromisos principales es no ejercer violencia.