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sábado, 12 de noviembre de 2011

La Nueva Ruleta Rusa

Los invito a reflexionar un poco acerca de nuestra sexualidad, de como la vivimos y en como la disfrutamos.

Quien no recuerda alguna escena de película donde se encuentran varios Hombres alcoholizados, con un revolver con un solo cartucho en su interior en la mano, y por turnos, apuntándose en la sien y jalando el gatillo, para ver quién es el valiente y afortunado en sobrevivir a este "juego" de azar llamado "Ruleta Rusa";  titulé así esta entrada porque para mi sí es una ruleta rusa lo que a continuación relato.

En esta semana vi en televisión un programa de esos llamados realities show, no se el caso que trataron , pero lo que llamo mi atención fue que un padre de familia se sentía orgulloso de que sus hijos fueran mujeriegos y tengan varios hijos con diferentes mujeres. Para mí eso es lo de menos si lo pongo en oposición al hecho de que otro de sus hijos murió de sida y aún así no se detiene en alentar esa conducta temeraria de Don Juan. Y digo temeraria, porque no utilizaron o utilizan preservativo ya que tienen varios hijos con diferentes mujeres, y me hago el siguiente cuestionamiento ¿quién de nosotros los hombres,  ante una conquista, se detiene un momento a pensar sobre el uso de preservativo o condón?, quienes hayan tenido alguna intimidad con prostitutas, sabrán que ahora se niegan al coito si no usan condón, y existimos hombres que no lo utilizamos porque "no se siente igual";  tal vez muchos lo usamos de manera rutinaria como método de planificación familiar, para evitar embarazos o responsabilidades futuras, pero ¿Quien lo utiliza como medio de evitar contagio de alguna enfermedad?, tal vez  opinen que ambas preguntas es lo mismo, que es indiferente una de la otra, al menos yo pensaba así, pero casualmente ese día por la noche ví a un muy buen y querido amigo que tenía algún tiempo de no verlo, y platicando de su vida me contó que por problemas maritales no tenía intimidad con su esposa por varios meses, pensando ya en la separación; casualmente encontró a una amiga de la juventud, señora bien conservada físicamente, operada para no tener familia y divorciada algunos años atrás. Después de algunas citas se entregaron uno al otro y como no había riesgo de embarazo NO utilizó condón o preservativo, pero nunca se detuvo a pensar en el potencial riesgo contagio de alguna enfermedad de transmisión sexual, jugó sin pensarlo a "la Ruleta Rusa". No puedo juzgar el comportamiento de una u otra persona, pero con el total desconocimiento de la vida sexual de la pareja pasajera,  es muy riesgozo el no utilizar el condón o preservativo.

Él mismo se percató del riesgo que inútilmente corrió, no ha podido dormir bien en las últimas noches pensando en la posibilidad de estar contagiado de VIH, una posibilidad real, ya que desconoce la vida sexual que lleva esa persona, cuántas parejas ha tenido a lo largo de los años y que tan promiscua es o haya sido tiempo atrás (La OMS define promiscuidad como más de 2 parejas sexuales en menos de 6 meses), que aunque la ve como una posible relación estable en un futuro, no deja de pensar en el riesgo que tomó sin necesidad, lo único que atiné a decirle fue: pregúntale a ella o espera unos días a que te hagas un análisis.


Por desgracia para muchos hombres y mujeres, el VIH no presenta síntomas en su fase inicial, y el no tomar las precauciones pertinentes al momento de ejercer nuestra sexualidad, podemos caer en el juego de la "Ruleta Rusa" y peor aún, convertirnos en portadores y propagadores del virus.

viernes, 22 de julio de 2011

Respetamos Decisiones

En este espacio, donde podemos expresarnos libremente, siempre con respeto a nuestros compañeros; también está la posibilidad abierta de expresarse de manera anónima, sea por el motivo que sea. El expresarse de manera anónima es una decisión personal, unilatral; y como parte de la filosofía del Colectivo de Hombres Nuevos de la Laguna, escuchamos (en este caso leemos), acompañamos y repetamos a todos nuestros compañeros.

El abrir un espacio de expresión anónima permite el poder compartir dolorosas experiencias de vida, para que nuestros lectores y lectoras conozcan mas de los hombres, que nosotros también sufrimos y en ocasiones lloramos.

Bienvenidas todas las aportaciones que enriquezcan nuestro blog.

lunes, 18 de julio de 2011

Una opinión muy personal

La semana pasada estuve por la ciudad de México, DF. Para mis traslados siempre utilicé el sistema del metro por rápido y económico, ahí puede observar (muy a priori por cierto) que la conducción del tren en ocasiones, era una conducción muy suave para acelerar y frenar, y no se diga, si tenía que frenar a medio camino entre estación y estación, normalmente estas paradas eran muy bruscas, pero en ocasiones en lugar de frenar, la circulación era lenta. Esto llamó mi atención y empecé a ver la actitud de algunos operarios y para mi sorpresa, ¡también hay mujeres conductoras en el sistema metro!. Después de esto, cada vez que subí a un tren del metro, observé la actitud de unos operarios y otros a diferentes horas, no importando si era temprano o tarde, algunos bien sentados en una actitud de atención, otros, con una actitud de aburrimiento y enfado. Imaginen, y les pido que imaginen, porque considero que poner las fotos, es de cierta manera poner en evidencia a una persona e ignoro hasta que punto lo colocaría en riesgo de perder su empleo.

Por eso imaginen una persona casi acostada en la silla y con el brazo derecho extendido sujetando la palanca de control, otros reclinados hacia el frente con una mano izquierda sosteniendo el mentón y la otra en el control, y otros bien sentados y demostrando gusto por el lugar que estaban. De los dos primeros en su totalidad eran hombres, en este grupo no observé mujeres. Pues bien, de estos últimos la minoría eran hombres y el resto mujeres. Y noté en la conducción que el acelerar y frenar suave, así como el no parar brusco de repente y en lugar de detenerse continuar con una suave marcha, era un detalle de "MUJER", sí, la conducción suave era de mujer y el acelerar rápidamente eran hombres quienes la hacían, y el frenar de repente y golpeado, fue de los hombres descritos en primer lugar.

Reitero que es una observación muy a priori, sin mucho conocimiento, porque ignoro muchas variables que valdrían la pena investigar, tales como tiempo en el puesto, horas de la jornada, días de descanso, historia de vida de estos hombres y mujeres que son sustento  o aportan a una familia.


En fin, una opinión muy personal solo con la observación de unos cuantos recorridos, en donde mi conclusión es que las mujeres se están empoderando, están ocupando lugares que antes eran exclusivos de las hombres y ellas, en el metro del DF, son mas delicadas para operar sus trenes.

lunes, 20 de junio de 2011

En busca de la equidad en el trabajo


Cada vez las mujeres ocupan mas espacios en el trabajo y actividades productivas, acercando el sustento a su familia.

Tal es el caso de María, una mujer como muchas personas que migraron a los EU en busca de un mejor nivel de vida.

Por cuestiones del azar, tiene una incapacidad laboral y el estado en California EU, le apoya para que estudie una técnica. Actualmente da soporte técnico y mantenimiento a equipos de cómputo, no importándole su edad se esfuerza para seguir estudiando, preparándose y buscar un crecimiento personal y económico.

Pero ¿Por qué utilizar un ejemplo extranjero? Primero, no por orden de importancia, sino como me van fluyendo las ideas, una crítica a nuestro gobierno paternalista, trata de dar de comer, en lugar de enseñar a utilizar una caña de pescar. Segundo la voluntad de una persona a la cual se le da la oportunidad de aprender como ser independiente provoca un deseo de superación y de insatisfacción que la lleva a seguir creciendo, y tercero es mujer, una mujer que se va empoderando y ayuda en la carga a sacar adelante a su familia, en una actividad donde la mujer no es representativa en número, pero poco a poco van entrando en esas actividades “Dominadas” por hombres.

Poco a poco los hombres debemos aprender y aceptar que las mujeres son tan capaces y aveces mucho mejores que nosotros, y que no nos queda otro camino mas que irnos adaptando a los cambios que la misma sociedad está presionando, ya sea por cuestiones económicas, de salud o necesidad alguna.
Los programas sociales, en algunos casos, debieran de cambiar para buscar este tipo de crecimiento personal y por ende social y no el de medio quitar el hambre solo por ratos. Grupos como el nuestro ya no solo busca el bienestar personal, somos colectivos, vamos buscando el bienestar social, desde nuestra trinchera o nuestras actividades, pero estamos empezando y aportamos un grano de arena, en un mar de injusticias e inequidades.

domingo, 1 de mayo de 2011

Declaración de Río (segunda parte)

SEGUNDA PARTE: TEMAS ESPECÍFICOS Y ÁREAS DE ACCIÓN
Adicionalmente, hacemos un llamado a la acción en las siguientes dimensiones de trabajo con
hombres y niños para alcanzar la equidad de género.

Violencia Hacia las Mujeres
Mujeres y niñas sufren de una pandemia de violencia en manos de algunos hombres: violencia física hacia las mujeres por sus maridos y parejas masculinas, ataques sexuales (incluyendo violación en el contexto del matrimonio), tráfico de mujeres y niñas, femicidio, violación como estrategia de guerra, acoso sexual en el trabajo, y mutilación genital. Por demasiado tiempo, todas las formas de violencia (incluyendo violencia física, psicológica, sexual y económica) contra mujeres y niñas ha sido vistas principalmente como un “asunto de mujeres” y han estado invisibilizadas, consideradas como un asunto privado y han sido una preocupación de los movimientos de mujeres y feministas. Las estructuras patriarcales sostienen esta impunidad. La responsabilidad de hombres y niños y su involucramiento para una transformación social es esencial para que las mujeres y niñas vivan vidas libres de violencia.

Violencia Hacia Niños y Niñas
Niñas y niños sufren abusos y violencia a gran escala -incluyendo castigos corporales y otras formas de castigos humillantes y degradantes- en sus hogares, comunidades, escuelas y otras instituciones que deberían protegerlos. Estas violencias a menudo siguen patrones de género, en algunos contextos los niños están más expuestos a sufrir violencia física por parte de sus padres, mientras que las niñas tienen más probabilidad de sufrir violencia emocional y sexual. Presenciar y sufrir violencia siendo niños es uno de los factores que llevan a muchos hombres a tener conductas violentas contra sus parejas mas tarde en sus vidas. Lo expuesto revela la necesidad de contar con un enfoque de ciclo vital para reducir la violencia e involucrar a niños y niñas en la ruptura de los ciclos de violencia familiar.

Violencia entre Hombres
Aunque el fin de la violencia hacia las mujeres es una prioridad en nuestra agenda, debemos enfocarnos también en las diferentes formas de violencia entre hombres y niños. Estas incluyen conflictos armados, violencia de pandillas, matonaje escolar (bullying) y violencia homofóbica. Hombres y niños en tanto víctimas de homicidio presentan tasas más altas que las mujeres y niñas a nivel mundial. Estas muertes -la gran mayoría con uso de armas- son altamente prevenibles y están vinculadas también a la socialización de los niños sobre la toma de riesgos, las peleas y el dominio de algunos grupos de hombres y niños sobre otros. El cuestionamiento de la cultura de la violencia y del uso de armas requiere involucrar a hombres y niños en el entendimiento de cómo ciertas versiones de masculinidad son a menudo definidas en íntimas relación con el uso de la violencia.

Violencia en Conflictos Armados
En países que tienen reclutamiento militar o que demandan servicios militares más largos para hombres, los hombres jóvenes son tratados como socialmente desechables y enviados a la muerte en gran número. Ejércitos y otros grupos armados que se rehúsan a seguir las leyes internacionales sobre el trato a civiles durante los conflictos explícitamente consienten e incluso alientan el uso de la violencia sexual como un método de guerra, propiciando modelos militarizados de masculinidad y asegurando que aquellos hombres quienes se rehúsen a la violencia sean denigrados y estigmatizados, incluyendo la violencia homofóbica. Niñas y niños son arrastrados de manera creciente a conflictos armados, tanto como víctimas y como agresores. Llamamos a los gobiernos nacionales a respetar las Resoluciones del Consejo de Seguridad incluyendo las Resoluciones 1308, 1325, 1612 y 1820 y a contribuir proactivamente a la eliminación de todas las formas de violencia de género, incluidos los tiempos de conflicto armado.

Género y la Política Económica Global
Las identidades de género están fuertemente influidas por las tendencias actuales en la política económica global. Valores como la competencia, el consumo, la acumulación agresiva y la afirmación de poder refuerzan las prácticas de dominación y violencia. Los modelos económicos dominantes han llevado a un aumento de la vulnerabilidad económica pues se han perdido oportunidades de sustento en gran escala. Mientras las mujeres han entrado a la fuerza de trabajo remunerado en gran número en los últimos 20 años los hombres son todavía definidos principalmente como los que “ganan el pan” y los proveedores. Muchos hombres quienes no son capaces de alcanzar esta expectativa social de ser proveedores experimentan estrés y problemas de salud mental, incluyendo uso de alcohol y otras sustancias. El estrés económico se asocia también con el uso de violencia por parte de los hombres hacia mujeres y niños. Necesitamos un mejor entendimiento de estos fenómenos y abogar por la inclusión de estos temas en el foro económico internacional.

Hombres y Niños como Cuidadores
A través del mundo las normas de género refuerzan la expectativa de que mujeres y niñas tienen que tomar responsabilidad por el cuidado, incluyendo las tareas domésticas, criar a las/os niñas/os y cuidar a ancianos y enfermos. Esto frecuentemente impide que mujeres y niñas accedan a derechos humanos fundamentales como la salud, educación, empleo y participación política plena. Corregir esto requiere que los gobiernos nacionales, las organizaciones de la sociedad civil, las agencias de la ONU y las organizaciones financiadoras pongan en práctica estrategias que modifiquen las normas de género, incentivando a los hombres a compartir con las mujeres el goce y la carga de cuidar de otros, incluyendo sus capacidades como padres y proveedores de cuidado infantil. También requiere de inversiones significativas en los servicios del sector público para reducir la carga de las tareas de cuidado, especialmente en el contexto de VIH y SIDA y otras enfermedades crónicas.

Diversidad Sexual y de Género y Derechos Sexuales
Existe una amplia diversidad en hombres y niño en sus identidades de género y orientaciones sexuales. Muchos son estigmatizados por el hecho de que aman, desean y/o disfrutan del sexo con otros hombres, y también lo son aquellos que tienen identidades de género no-normativas. En todo el mundo patrones formales e informales de injusticia sexual, discriminación, exclusión social y opresión dan forma al acceso de hombres y niños a los derechos civiles, a los servicios de salud, a su seguridad personal así como al reconocimiento y afirmación de sus relaciones íntimas. Las construcciones de masculinidad en muchos contextos están basadas en una hostilidad despiadada hacia comportamientos sexuales que contradicen las normas patriarcales dominantes, siendo disciplinadas a través de violencia heterosexista. Los programas y políticas que involucren a hombres y niños deben reconocer y afirmar la diversidad sexual en hombres y niños, y apoyar el derecho al bienestar y al placer sexual a hombres de todas las orientaciones sexuales.

Vulnerabilidades de Género en Hombres y Niños y Necesidades de Salud
En la mayor parte del mundo hombres y niños mueren más temprano que mujeres y niñas de enfermedades prevenibles, accidentes y violencia. La mayoría de los hombres tienen tasas de muerte más altas por las mismas enfermedades que afectan a las mujeres. Necesitamos trabajar con niños y hombres jóvenes para promover conductas de cuidado de salud y de búsqueda de ayuda entre ellos mismos y sus familias. Adicionalmente, las experiencias personales y emocionales de hombres y niños tienen que ser tomadas en cuenta para comprender mejor la raíz de problemas tales como la violencia, el suicidio, el abuso de drogas, los accidentes y la poca iniciativa para la promoción y prevención en salud. Son necesarios programas y servicios de salud mental que respondan al género y sean sensibles socioculturalmente para prevenir y tratar estos problemas a nivel comunitario, trabajando para lograr y promocionar servicios de salud apropiados al género para mujeres, niñas, hombres y niños.

Explotación Sexual
La violencia sexual cometida por algunos hombres es resultado de normas sociales que toleran la explotación de mujeres y niñas, niños y hombres. El trato como objetos y mercantilización de mujeres y niñas, niños y hombres, naturaliza comportamientos sexuales violentos y coercitivos. Terminar con la violencia sexual y la explotación requiere estrategias holísticas que van desde el nivel global hasta el local involucrando a hombres y niños en el desafío de las actitudes que les confieren a los hombres una posición de dominancia, tratando a todos los seres humanos con dignidad y respeto. Debemos incluir también en esta discusión el uso de internet en la explotación sexual y explorar como hombres y niños pueden ser involucrados en el cuestionamiento de esta nueva forma de explotación.

Derechos y Salud Sexual y Reproductiva
Los derechos en salud sexual y reproductiva (DSSR) han sido largamente reconocidos como un territorio de las mujeres, dejando a mujeres y niñas como responsables por su propia salud sexual. Los hombres a menudo no tienen acceso a servicios de salud reproductiva y sexual, o no los usan, aunque sus comportamientos los pongan en serio riesgo a ellos y sus parejas. Es esencial que trabajemos con hombres y niños para apoyarlos y promover los DSSR de mujeres, niñas, niños y otros hombres, y que los servicios de salud consideren el tema del poder y promuevan activamente la equidad de género. Estos servicios deberían ayudar a los hombres a identificar y atender sus derechos y necesidades de salud reproductiva y sexual. Esto nos obliga a avanzar en el debate sobre los derechos sexuales adoptando un enfoque positivo para que la sexualidad de todas/os esté basada en los derechos humanos.

VIH y SIDA
El VIH y el SIDA continúan devastando comunidades alrededor del mundo. Las inequidades y las normas rígidas de género exacerban la propagación y el impacto de la epidemia, haciendo difícil a mujeres y niñas la negociación de sus relaciones sexuales y dejándoles la carga de cuidar de aquellas/os con enfermedades relacionadas al SIDA. Las definiciones de masculinidad que igualan hombría con dominación sobre las parejas sexuales, la búsqueda de varias parejas, la disposición a tomar riesgos sumado a la idea de que acudir a los servicios de salud es una señal de debilidad, incrementan la probabilidad de que los hombres contraigan y propaguen el virus. En la línea de los compromisos realizados en las Sesiones Especiales de la Asamblea General de la ONU sobre VIH y SIDA y en muchos planes nacionales sobre el SIDA, los gobiernos, las agencias de la ONU y la sociedad civil, deben urgentemente implementar estrategias de prevención, tratamiento y apoyo basadas en la evidencia, atender las dimensiones de género del VIH y el SIDA, tomar en cuenta las necesidades de las personas que viven con VIH y SIDA, asegurar acceso a tratamiento, desafiar los estigmas y la discriminación y apoyar a los hombres en la reducción de conductas de riesgo y mejorar su acceso y uso a los servicios relacionados al VIH.

La Juventud y el Sector Educacional
Los hombres y mujeres jóvenes quienes participaron en el Simposio afirman que un temprano y activo involucramiento en iniciativas que promuevan sistemáticamente conductas de equidad de género a todos los niveles creará un ambiente en que niños y niñas serán vistos con iguales derechos, promoverá la conciencia de sus derechos como seres humanos e inculcará la capacidad de desarrollar estos derechos en cada aspecto de sus vidas, desde el acceso a la educación, a la prevención del matrimonio temprano, el derecho a un trabajo digno, a vivir en relaciones equitativas y a vivir libres de violencia. Los temas de justicia de género deben ser incluidos en el currículo escolar desde las edades más tempranas con foco en promover una reflexión crítica acerca de las normas de género.

Reconociendo la Diversidad
Enfatizamos que el debate, las acciones y las políticas dirigidas a las relaciones e inequidades de género, serán más efectivas y tendrán un mayor impacto positivo cuando incluyan una comprensión y celebración de nuestras diferencias basadas en la raza/etnia, edad, diversidad sexual y de género, religión, habilidades físicas y de clase.

Medio Ambiente
Un resultado de las sociedades dominadas por masculinidades hegemónicas ha sido la tentativa de algunos hombres de dominar la naturaleza. Con cambios climáticos catastróficos y destrucción medio ambiental, estas acciones han tenido resultados desastrosos. Nuestra meta va más allá de la justicia de género al decir que un mundo hecho a la imagen de hombres violentos y negligentes es autodestructivo. Todos los niveles de nuestras sociedades deben actuar urgentemente para detener esta una de las más dramáticas expresiones de poder económico y social injusto.

Fortaleciendo la Evidencia
Es vital continuar acumulando evidencia de programas transformadores de género a través de investigación y evaluaciones de impacto, para determinar cuáles estrategias son más exitosas en cada contexto cultural. Los indicadores de éxito deben incluir un examen específico acerca de si las normas y conductas de género han cambiado. Asimismo, la evaluación de programas y políticas debe examinar los efectos que tienen en ambos géneros, hombres y mujeres.

TERCERA PARTE: El LLAMADO A LA ACCIÓN
1. Todas las personas deben llevar este llamado a la acción dentro de sus comunidades y ser agentes de cambio promoviendo la justicia de género. Las personas y los grupos necesitan hacer responsables a sus líderes y gobiernos para que respondan por esta tarea.
2. Las organizaciones de base comunitaria deben continuar su trabajo innovador para desafiar el orden de género y otras inequidades, sirviendo como modelos de cambio social.
3. Las organizaciones no gubernamentales, incluyendo aquellas basadas en la fe, deben desarrollar y construir programas, intervenciones y servicios basados en las necesidades, derechos y aspiraciones de sus comunidades, siendo responsables y reflejando los principios de este documento. Deben desarrollar sinergias con otros movimientos sociales relevantes, y establecer mecanismos para monitorear e informar los compromisos adquiridos por los gobiernos.
4. Las organizaciones no gubernamentales internacionales que trabajan en el campo de la violencia basada en genero, la equidad de género o temas de violencia contra niños y niñas deben involucrar a hombres y niños en conjunto con mujeres y niñas; deben apoyar a las organizaciones nacionales involucradas facilitando redes, proveyendo capacidades y apoyo técnico y deben colaborar con los gobiernos para desarrollar políticas y estrategias que promuevan una implementación y seguimiento apropiados de los compromisos internacionales y de la ONU.
5. Los gobiernos deben actuar conforme a sus obligaciones y compromisos internacionales y con la ONU, priorizar y asignar recursos para intervenciones transformadoras de género, y desarrollar políticas, marcos de trabajo y planes de implementación concretos para avanzar en esta agenda, incluyendo el trabajo con otros gobiernos y la adhesión a los principios de París.
6. El sector privado debe promover ambientes de trabajo equitativos en términos de género y libres de violencia y explotación, y dirigir su responsabilidad social empresarial hacia el cambio social inclusivo.
7. El rol de los medios de comunicación y las industrias del entretenimiento en el mantenimiento y el reforzamiento de normas de género tradicionales e inequitativas debe ser abordado, confrontado y se deben apoyar alternativas.
8. Las instituciones financiadoras bilaterales deben redirigir sus recursos hacia la promoción de programas inclusivos para la equidad de género y la justicia social, incluyendo cambios en leyes y políticas y el desarrollo de sinergias entre financiadores.
9. Las Naciones Unidas debe mostrar liderazgo en estas áreas, apoyando a los estados miembros de manera innovadora y proactiva en la promoción de leyes, políticas y programas de desarrollo equitativos de género y transformadores de la sociedad, incluyendo la coordinación interagencial como está considerado en la misma ONU.
10. Nosotros reunidos aquí en el Simposio nos comprometemos a responder al llamado de la Campaña del Secretario General “Unidos para poner fin a la Violencia Contra las Mujeres 2008-2015”, impulsando nuestras energías, redes y aliados en apoyo de la movilización mundial de hombres y niños y sus comunidades, para poner fin y prevenir esta pandemia.
Llamamos a los gobiernos, a la ONU, a las ONGs, a las personas y al sector privado para intensificar sus compromisos y recursos en el involucramiento de hombres y niños en el cuestionamiento y superación de versiones inequitativas y violentas de la masculinidad y en el reconocimiento de los roles positivos de hombres y niños –y su propia participación personal- en la superación de injusticias de género.

(*) Traducción de la versión en inglés al español por Francisco Aguayo F. y Beatriz Sotomayor.

martes, 26 de abril de 2011

Declaración de Río


 En abril del año pasado, en Río de Janeiro, Brasil, se efectuó un congreso mundial para la prevención y erradicación de la violencia y buscando la equidad de género.  De aquel congreso se desprende la siguiente declaración y les comparto la primera parte.


Involucrando a Hombres y Niños en la Equidad de Género
declaración de rio de janeiro
Rio de Janeiro 29 de Marzo – 3 de Abril, 2009

PRIMERA PARTE: INTRODUCCIÓN

Venimos de ochenta países. Somos hombres y mujeres, jóvenes y adultos, representando la diversidad de culturas y lenguas del mundo, trabajando codo a codo y con respeto hacia la meta compartida de la justicia social y de género. Pertenecemos a organizaciones comunitarias, religiosas y educacionales; somos representantes de gobiernos, ONGs y de las Naciones Unidas.

Nos une nuestra fuerte indignación ante las desigualdades que todavía afectan las vidas de mujeres y niñas, y las demandas autodestructivas que imponemos a hombres y niños. Más todavía, nos reúne aquí nuestra poderosa sensación de esperanza, expectativas y el potencial de hombres y niños para cambiar, cuidar, querer, amar apasionadamente y trabajar por la justicia social y de género para todas y todos. Sabemos y afirmamos que los hombres son capaces de cuidar a sus parejas, a ellos mismos y a sus hijos e hijas.

Nos indigna la pandemia de violencia que mujeres y niñas enfrentan en manos de hombres y la relegación de las mujeres a una ciudadanía de segunda clase y la continua dominación por parte de grupos específicos de hombres en nuestras economías, la política, nuestras instituciones sociales y culturales. También sabemos que entre hombres y mujeres hay quienes sufren aun más en razón de su clase social, su religión, su idioma, sus diferencias físicas, sus ancestros y su orientación sexual. También sabemos que muchos hombres son víctimas de violencia en manos de otros hombres.

Así como reconocemos el daño que muchos hombres causan a mujeres y niñas, reconocemos también los costos que tienen para niños y hombres las formas en que nuestras sociedades han definido el poder masculino y socializan a los niños para convertirse en hombres. Muchos hombres jóvenes y niños son sacrificados en guerras y conflictos que son decididos por hombres con poder político, económico y religioso, quienes demandan conquistar y dominar a cualquier costo. Muchos
hombres se causan graves daños a sí mismos porque niegan sus propias necesidades de cuidado físico y mental o les faltan servicios de salud cuando los necesitan.

Muchos hombres sufren debido a que en nuestro mundo el poder masculino no solo se refiere al poder que ejercen los hombres sobre mujeres sino que también al dominio de algunos grupos de hombres sobre otros hombres. Demasiados hombres, así como demasiadas mujeres, viven en una pobreza extrema, son degradados y/o son forzados a realizar trabajos en condiciones peligrosas e inhumanas. Muchos hombres llevan cicatrices profundas por intentar estar a la altura de las demandas imposibles de la hombría y encuentran un consuelo terrible corriendo riesgos, en la violencia, la autodestrucción, el alcohol o las drogas. Muchos hombres son estigmatizados o castigados por el simple hecho de amar, desear o tener sexo con otros hombres.

Considerando estas realidades globales, confirmamos nuestro compromiso de terminar con las injusticias hacia mujeres y hombres, niñas y niños, ofreciéndoles los medios y oportunidades para crear un mundo mejor. Estamos aquí porque creemos que hombres y mujeres deben trabajar juntos contra la discriminación y la violencia.

También afirmamos que involucrar a hombres y niños en la promoción de cambios en la justicia de género es posible y ya está ocurriendo. ONGs, campañas y crecientemente los gobiernos están directamente involucrando a cientos de miles de hombres de todo el mundo. Escuchamos a hombres y niños asociándose con mujeres y niñas en conversaciones contra la violencia, practicando sexo seguro y apoyando los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y niñas. Vemos hombres comprometidos cuidando y nutriendo a otras/os, incluyendo a quienes asumen el desafío diario de velar por sus bebés y niños/as y otras formas de tareas de cuidado.

También afirmamos que el trabajo con hombres y niños está enraizado y honra el trabajo pionero y los avances del movimiento de mujeres y feministas. Solidarizamos con los avances y luchas por los derechos y empoderamiento de las mujeres. Trabajando en colaboración con las organizaciones de derechos de las mujeres buscamos cambiar las actitudes y prácticas de los hombres individuales y transformar el desequilibrio de poder entre hombres y mujeres en las relaciones, familias, comunidades instituciones y naciones.

Más aun, reconocemos la importancia del movimiento de mujeres para las posibilidades ofrecidas a los hombres de ser seres humanos más cuidadosos y justos. En la década pasada, el trabajo diario de muchos de los 450 delegados en el Primer Simposio Global Involucrando a Hombres y Niños en el Logro de la Equidad de Género ha sido comprometer a niños y hombres en el cuestionamiento de la violencia y de versiones inequitativas de masculinidad. Este trabajo no promueve un espíritu de culpa o vergüenza colectiva. Más bien invita a hombres y niños a abrazar modelos de masculinidad más saludables y no violentos y tomar la responsabilidad de trabajar al lado de mujeres y niñas para lograr la justicia de género.

También hacemos un llamado a padres, educadoras/es, líderes comunitarios, entrenadores, a los medios de comunicación y las empresas privadas, ONGs, instituciones religiosas, gobiernos y a las Naciones unidas para movilizar las voluntades políticas y los recursos económicos necesarios para incrementar el impacto y la escala del trabajo con hombres y niños para promover la equidad de género.

La Evidencia existe

Nuevas iniciativas y programas para involucrar a hombres y niños en la justicia de género proveen un creciente cuerpo de evidencia que confirma que si es posible cambiar las prácticas y actitudes de género de los hombres. Programas y procesos efectivos han llevado a hombres y niños a comprometerse contra la violencia y con la equidad de género en sus vidas personales y en sus comunidades. Estas iniciativas no solo ayudan a deconstruir masculinidades dañinas, sino también a reconstruir masculinidades más equitativas. La investigación global demuestra que trabajar con hombres y niños puede reducir la violencia hacia mujeres y niñas y la violencia entre hombres, mejorar las relaciones, fortalecer el trabajo del movimiento de mujeres y feminista, mejorar la salud de mujeres y hombres, niñas y niños, y que es posible acelerar este cambio a través de programas bien diseñados e intervenciones a nivel de las políticas.

Recursos
Los recursos invertidos en el logro de la justicia de género deben ser incrementados. Creemos que la evidencia es clara: invertir en políticas y programas integrados que transformen las inequidades de género existentes – e involucren a mujeres, niñas, niños y hombres – son efectivos. Solicitamos a los gobiernos mayores fondos para mitigar el daño causado a hombres y mujeres por las injusticias de género, incrementando los recursos destinados a iniciativas que transformen las inequidades que se traducen en dichos daños. Involucrar a hombres y niños en actividades que se han enfocado tradicionalmente en mujeres y niñas requieren recursos adicionales sin quitar o desviar los limitados recursos existentes.

Compromisos Internacionales y de las Naciones Unidades

A través de la ONU y otros acuerdos internacionales, las naciones del mundo se comprometieron a tomar acciones para involucrar a hombres y niños en el logro de la justicia de género. Las/os diseñadores de políticas tienen la obligación de llevar a cabo estos compromisos para desarrollar, implementar, llevar a escala y evaluar políticas y programas enfocados al trabajo con hombres. Estos
compromisos confieren a las/os activistas de la sociedad civil los argumentos necesarios para exigir su rápida implementación.

Estos compromisos internacionales incluyen:
La Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (1994) que afirmó la necesidad de “promover la equidad de género en todas las esferas de la vida, incluyendo la familia, la vida comunitaria, y alentar y permitir que los hombres tomen responsabilidad por sus comportamientos sexuales y reproductivos y por sus roles familiares y sociales”
1. El Programa de Acción de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social (1995) y su revisión en el año 2000 pone una atención particular en los roles y responsabilidades de los hombres en relación a compartir responsabilidades con las mujeres en la familia, en las tareas domésticas y en las responsabilidades laborales
2. La Plataforma de Acción de Beijing (1995) que vuelve a exponer el principio de responsabilidades compartidas y afirma que los intereses de las mujeres pueden ser enfrentadas solo “en asociación con los hombres”
3. La Vigésimo Sexta Sesión Especial de la Asamblea General sobre VIH/SIDA (2001) que reconoce la necesidad de desafiar los estereotipos de género y las actitudes e inequidades de género en relación al VIH/SIDA a través de un compromiso activo de hombres y niños
4. La Comisión sobre el Estatus de las Mujeres de las Naciones Unidas, que en su sesión n° 48 en el año 2004 (y la sesión en 2008] adoptó acuerdos llamando a los gobiernos, agencias del sistema de las Naciones Unidas y tomadoras/es decisiones a alentar a los hombres a participar activamente en la eliminación de los estereotipos de género, en la prevención y tratamiento del VIH/SIDA; en la implementación de programas para capacitar a hombres en la adopción de prácticas sexuales seguras y responsables; apoyar a hombres y niños para prevenir la violencia basada en género; implementar programas en escuelas para incrementar la equidad de género; y promover la conciliación del trabajo y las responsabilidades familiares.

Para lograr cambios sociales transformadores y sustentables en torno a las inequidades de género, debemos ir mas allá de intervenciones aisladas, de corto plazo y pequeña escala y llevar todos los esfuerzos hacia acciones sistémicas, coordinadas y de gran escala. Llegó la hora para todos de cumplir estos compromisos globales existentes.

jueves, 31 de marzo de 2011

Equidad de Género



La equidad de genero es un tema del cual se habla mucho actualmente en los medios, pero ¿cómo podemos hablar de equidad?, si no conocemos a que se refiere el género, ¿Cómo puedo hablar de igualdad? Si desconozco las diferencias de género, y el mismo desconocimiento de esas diferencias, me puede llevar a temer, como un reflejo natural de seguridad, el temor a lo desconocido, que a su vez, me puede llevar a la trampa de la homofobia, xenofobia o otros miedos relacionados al desconocimiento del hombre por el hombre.
El concepto de género es un concepto amplio, lleno de matices y sutilezas, que es imposible definirlo, sin antes conocer diferentes aristas del mismo.
Anteriormente se hablaba de género masculino y femenino; actualmente, esta diferenciación, resulta minimalista o muy pobre. No puedo definir género solo en función de que la persona tenga pene o vagina, ya que existen los hermafroditas, o ¿debo escribir las hermafroditas?. Con lo anterior ya tengo el primer problema, ¿de que género son? Y al referirme a ellos ¿lo correcto no será “ellas”?. Por lo anterior no puedo referirme a género en base solo a su características físicas.
Adentrándome en un tema totalmente desconocido para mí, que de esto el más indicado para hablar es un(a) médico, son las cuestiones hormonales. Tengo entendido que somos un complejo químico regulado en gran parte por hormonas, de todo tipo y funciones, pero tampoco se puede hablar de género en base a los niveles hormonales de los individuos, primero porque se tendrían que definir los niveles de testosterona en el cuerpo para definir que individuo cae dentro de rango de hombre y quien no. Y tal vez no solo de testosterona, sino de otras hormonas relacionadas al sexo. Y segundo, porque si se tiene una “clasificación” así, ¿a quién o a que edad se harán las pruebas de clasificación de género?. Entonces hablar de género no se puede definir en base al complejo mundo hormonal.
Por otro lado, hablar de género en cuanto a la conformación física del individuo, tampoco es un método adecuado, ya que ¿Cuántos hombres “varoniles”, de complexión atlética, y demás características “masculinas” existen?, pero de preferencia sexual homo o bixesual. O por el contrario, mujeres con cuerpos torneados, atractivas, de belleza conforme a los cánones sociales y culturales, totalmente de apariencia delicada, femenina (otra vez de acuerdo a cánones sociales y culturales, de cada lugar de este planeta) son de preferencia lésbica.
Por cuestiones culturales, tampoco es posible definir género, ya que en México tenemos en Oaxaca a los muxes, algunos de ellos autodefinidos gays u homosexuales, pero otros educados para tal rol. Los muxes son respetados y bien vistos en la región del Itsmo de Tehuantepec, y vistos como una bendición dentro de la familia, ya que el rol de cuidar a los ancianos recae en el hijo, mujer mas chica de la familia o en el muxe, y en ausencia de una mujer o muxe “natural”, al hijo menor se le educa como tal, como si naturalmente fuese homosexual, para que asuma el rol de muxe.
Para continuar, tampoco por preferencia sexual se puede definir género, porque no solo es heterosexual, también existen los homosexuales, y no por eso dejan de ser hombres, las lesbianas no dejan de ser mujeres y en medio pueden estar los bisexuales, y ahondar en este tema, podemos encontrar marcas de violencia, abuso y explotación.


El género lo podemos comparar con la gama de colores. No solo existe el rosa y el azul, típicamente el rosa para una mujer y el azul para un hombre. No podemos decir que el rosa es para una mujer, porque nos podemos topar con una mujer ardiente y esa tierna tonalidad rosa se vuelve un rojo apasionado, y puede una mujer ser de tan fuerte temperamento que sube de tono a un rojo obscuro casi negro, llegando casi a juntarse con el hombre recio, de un azul tan obscuro que es casi negro, bajando de tonos a un azul rey que puede ser el ideal de muchas mujeres, pero puede ser un hombre tan tierno y amoroso que ese azul es un azul celeste, hombre de trato suave, finos ademanes y refinados modales, sin dejar de ser hombre heterosexual, y en este punto se puede empiezar a mezclar los colores azules y rosas, dando pie a los violetas, lilas, tal vez a los morados.
Así veo el género, lleno de matices, en un amplio espectro que no podemos encuadrar solo en femenino y masculino, tal vez del punto de vista fisiológico, sí encuadra, hombre o mujer, pene o vagina, pero desde el punto de vista de género, las diferencias y similitudes son muchas,
Por eso la dificultad de entender el género hace más difícil esa equidad. Si no atendemos al género desde otras aristas, no solo hombre-mujer, jamás podremos ni siquiera acercarnos a una equidad. Es un trabajo que no podemos dejar solo a las mujeres, como hombres debemos poner nuestra aportación para cambiar un tanto lo complejo e ideas absurdas, que lo único que conllevan es al desconocimiento, miedo y rechazo de la persona diferente.
Trato de enriquecer mi vida; respeto y disfruto de la diversidad.

viernes, 25 de marzo de 2011

Colectivo de Hombres Nuevos

En colectivo Hombres Nuevos, somos un grupo de hombres unidos, en un principio, en el propósito de eliminar la violencia que ejercemos, hacia nuestras familias y seres queridos. Tal vez resulta incongruente decir que amamos a nuestras familias y ejercemos violencia hacia ellos, nuestros seres cercanos y amados. No es una incongruencia, ya que hemos trabajado y seguimos haciéndolo, deconstruyendo vivencias, creencias, enseñanzas, aprendizajes, etc, para lograr el objetivo, buscando romper círculos viciosos y darles a nuestras familias un nuevo estilo de vida, libre de violencia doméstica, en un principio, buscando que fluya esta nueva manera de ser hacia la sociedad, dejando a un lado el individualismo y buscar en lo colectivo, la erradicación de la violencia y la equidad de genero. Es una tarea difícil, pero no imposible, se requiere de constancia y compromiso, compromiso con uno mismo y de  y hacia la sociedad que nos rodea.


Esta organización ya cuenta con mas de diez años de vida, ayudando a hombres a manejar la violencia que ejercen y que padecen. Nuestro líder y fundador, el Dr. Astalo García ha compartido su experiencia con nosotros de manera desinteresada, por lo que ahora nos corresponde a los que le seguimos, dar este apoyo a mas hombres, quienes quieran cambiar, e ir tomando conciencia como sociedad que podemos y debemos cambiar, por el bien de nuestros hijos y generaciones futuras.

En este Blog compartiremos experiencias y conocimientos,  un espacio abierto a hombres y mujeres que expresen su opinión. No puedo considerarlo como una fuente académica como tal, para ese fin pueden estar los estudios y publicaciones del Dr. Astalo García, que es un estudioso académico y de campo en temas de violencia, masculinidades y equidad de género, pero si se puede considerar éste Blog como una fuente de experiencias reales y aportaciones personales de quienes aquí publicamos. 


Estamos abiertos a recibir compañeros en nuestra oficina, donde se brinda la ayuda a hombres que deseen, por un lado, dejar de ejercer violencia, y por otro, saber manejar la violencia en la que se vive o recibe. No es una terapia de parejas ni familiar, en ocasiones los daños hechos no es posible eliminarlos pero si tratar de enmendarlos; tal vez es muy tarde para cambiar y rescatar familias en el modelo tradicional, pero nunca será tarde para romper círculos viciosos y darle a nuestros hijos e hijas, un nuevo modelo de conducta, respeto y convivencia , alejado de la violencia en lo mas posible.

Los interesados en darse una oportunidad de erradicar la violencia de sus vidas  nos encuentran en la ciudad de Torreón, Coah, México,  pueden acudir a la asociación que se ubica en la avenida Juárez 1970 oriente.